No creo que nadie sirva deliberada o profesionalmente cerveza tibia, si por tibia te refieres a algo cercano a la temperatura corporal. En términos generales, la cerveza de barril (a diferencia de la cerveza de barril a presión) se sirve, al menos en el Reino Unido, y según el sitio web de CAMRA, a temperatura de bodega: 12-14 C (54-57 F), mientras que la cerveza lager y de barril se sirve normalmente mucho más fría.
Hasta aquí los puristas. Mi preferencia es siempre que la cerveza de barril se sirva fría, pero no fría, para que los sabores puedan ser apreciados adecuadamente. La cerveza rubia de buena calidad debe servirse más fría, y yo prefiero las pilsners checas a unos 6-8 C, más o menos la misma temperatura que la del vino blanco. Pero en un día caluroso y ardiente bajo el sol africano (de donde vengo), no hay nada tan refrescante como una cerveza fría (y quiero decir helado -frío-) común y corriente en el mercado masivo, directamente de la botella. No se pueden distinguir los sabores tan fácilmente a esas temperaturas. El refresco es la clave: no te importa el sabor en esas circunstancias (si lo hicieras, estarías bebiendo otra cosa).